lunes, 28 de febrero de 2011

Sensaciones

Otra noche que me es apremiada por el insomnio, otra noche que tengo los ojos más despiertos que la mente… pero esta vez no es por no poder… es por no querer… una parte de mi desearía dormir y reponer fuerzas, la otra, mi corazón, desea mantenerse despierto y seguir viendo como el silencio es callado por la frágil respiración de un ángel dormido. Ver como los dedos me corren por la espalda tales como dos gotas de agua resbalando… Oír como poco a poco entra por mis oídos la melodía que muy pocos escuchan y me hace mantener la calma ante todo… no quería descansar, no quería reponer fuerzas, a pesar de necesitarlas, solo quería seguir escuchando y sintiendo todo esto… antes de partir, porque aunque sea por un corto tiempo, no volveré a sentir todo esto…

Sale el sol, me niego a reconocer que ha amanecido, ese viejo testarudo ha salido a darme los buenos días muy temprano… pero hoy, aunque sean los mejores de mi vida, no se los daré, porque no quiero que llegue la mañana, y acabe esta melodía. La mañana da paso a otra cosa, escalofríos recorren todo mi cuerpo al sentir como despierta y abre sus ojos, tan verdes como la hierva mecida en una brisa de verano… tan penetrante su mirada… caigo rendido, pero me levanta una sensación mayor, sus besos, caricias…

Que alguien me despierte, me pellizco y abofeteo pensando que nada es tan bonito, que no es real… lo era… sueño efímero que marcha a la tarde del domingo, pero no marcha por pellizcos ni bofetones, si no por besos abrazos… y una canción que estremecería hasta a la misma noche. Ese dulce sabor ha quedado en mi garganta para siempre, sabor que no olvidare, que me recordara todo lo vivido. Como las olas del mar arremeten contra la orilla, arremeten estos susurros a mi oídos… que se dejan querer, que escuchan como son premiados con las dulces palabras de un ángel…

jueves, 24 de febrero de 2011

Adiós

Muere otro pensamiento, otra insignificante parte de mi, que se negaba a salir a la luz, otra porción de este marchito corazón, tantas batallas ganadas, tantas perdidas… llora y llora, pues no puede hacer nada mas, cuando ve que lo que antes lo llenaba… ahora lo apuñala… ahora va contra él, sin saber porque, sin conocer motivos… pues una vida no vale otra vida… todo este tiempo perdido he de recuperarlo, estas noches sin poder dormir tranquilo, sin poder girarme y decirme a mí mismo, sigo en pie, camino, vivo… y poco a poco recorro este camino lleno de rosas… rosas que ocultan espinas, esperando a que las coja para olerlas, y así clavármelas… sé que volveré a llenar mi mano de ellas… pero cuando eso ocurra, sonreiré, y sabré, que ya no puedo volver a morir, ya no queda nada que perder, solo me queda mirar hacia delante… y que aunque me tiemblen las piernas, mis pasos serán seguros, firmes… este corazón volverá a romperse, porque siempre ha sido y siempre será así, pero al igual que es fácil de romper, es más fácil de volver a nacer, cada vez más fuerte, a cada cicatriz más rápido.

Este sonido de agua caer… me llena de tristeza, pues no soy el único que llora… y cada noche escuchar mis pensamientos… escuchar como cada uno de ellos se me clava como un puñal, porque aun me quedan muchas cosas por atar, muchos pensamientos que resolver… ninguno se calla, ninguno da paso al silencio… silencio que necesito para recobrar el aliento, para volver a notar una de esas brisas que acarician mi cara… ya he salido de esta blanda cárcel… fuera esta todo más oscuro que dentro, no queda nada de una pieza… volveré a recoger mis pedazos del suelo, volveré a nacer tarde o temprano.

Adiós a esta parte del camino, le digo adiós a las rosas que me han matado, a los baches que me han tirado al suelo, y a todo este barro que me tenía sujeto a este trozo del camino.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Sigo en pie


Mira al cielo sin poder agachar la cabeza, no por no querer, si no por no poder. Porque ya no puede dejar de mirar lo que tanto anhela, lo que un día lo cubrió con noches de calma… la poca calma que consigue tranquilizar a esta vieja bestia… y que ahora, ya no la bañas en esas noches, ahora solo la tiras por este charco lleno de odio e injusticias… bañado de este olor a tristeza. Recuerda… Recuerda cada palabra como si fuese una melodía que alimenta su alma, esa melodía que apenas puede oír, pero se esfuerza por mantenerla viva. Cada carcajada es más fuerte, cada llanto más débil al paso del incesante sonido de los alaridos del viejo y testarudo cronos… que poco a poco le quita la vida y le trae momentos fugaces. Ya no aguanta ese grito ahogado… solo espera volver a oír la melodía de la luna, que ilumina con esa luz oscura todo a su paso, dejando soledad y silencio.

Ya ha aprendido que la luna no es de nadie, que la luna no bajara a por nadie… que cada noche que sale es para volver a traer esos amargos recuerdos, esos que quitan el sueño, esos que no quiere olvidar, porque aun a pesar de estar muy arriba, mirando por encima del hombro, ella anhela lo que una vez tuvo, lo que lo mira desde abajo…

Aúlla, y cada vez que lo hace salen las mismas notas de su garganta, esas que vuelven a partir el alma en dos dejando en su mitad un fuerte olor a soledad. El mismo olor que huele cuando sale cada noche la luna… cada minuto que pasa es un poco más fuerte la bestia, y un poco más débil su ansia por morir, ha aprendido a alimentarse de todo cuanto le rodea. El aire mece su vida como si de un pequeño hilo se tratase, pero ese hilo ya no puede romperse. Pues, por muy frágil que sea, sigue siendo el más fuerte entre todos los demás.

Cada mañana la bestia se vuelve a casa, mirando de reojo como el silencio se vuelve también a esconder…

viernes, 11 de febrero de 2011

Sabor a olvido

No puedo creer que me vuelva a pasar, no puedo creer que esté otra noche sin dormir por lo mismo, vuelvo a pensar en los mismos recuerdos, esos mismos que me traen una sonrisa y a la vez una lagrima, esos que no se van porque los tengo encerrados y guardados bajo llave… después de darle mil vueltas a esta cabeza ya marchita, solo saco una cosa… que sigo teniendo este sabor a olvido en la boca… que por mucho que lo intente, no quiero olvidar, me niego a eso… al fin y al cabo, es todo lo contrario de lo que busco… no busco olvidar, busco recordar cada momento, sea bueno, sea malo.

Vuelve a tejerse esa zarza de gritos en mi cabeza… cada uno de ellos me golpea haciéndome más daño, dejándome una marca más por descifrar… que curioso, no quiero olvidar pero los recuerdos me están matando, será que soy demasiado cabezón como para creer que quiero olvidar… ya no le quedan huecos a este corazón… solo el que hay entre cada uno de los puñales que yo mismo me estoy clavando, cada uno diciendo y recordándome una cosa… no quiero levantarme otro día con un grito ahogado sacando las mismas palabras… diciendo lo mismo de siempre… pero sé que me volveré a agachar a oler las rosas que han quedado en mi camino plantadas… intentare coger alguna, quedándome así con la mano llena de espinas, que van matándome poco a poco por dentro…

Sueño… sueño constantemente con lo mismo… la obsesión no es buena, pero tampoco lo es el olvido… por eso no dejare que el olvido me alcance, pues aunque el de pasos más largos, los míos son más seguros, llegare antes que él.

Miro al techo, y veo, que he vuelto a quedarme pensando en lo mismo mucho tiempo… que todos los días escucho esta música que una vez oí de ti, y ahora me recuerda lo que tanto quise, al fin y al cabo, no me queda nada mas, lo reconozco, solo me quedan recuerdos, los guardo. Cada nota que oigo me atraviesa dejándome el pecho helado, y a la vez, haciendo latir este viejo y marchito corazón, que ya no tiene ganas de vivir, que poco a poco se ha dado cuenta de lo mucho que ha sufrido por mi culpa. Pues él no tiene la culpa de nada, solo se dedicaba a sacar lo mejor de él… lo poco bueno que le quedaba, ahora solo quedan los pedazos que se unen por tantos recuerdos… pero mi cabeza bien sabe… que no ha de parar por eso, que ha de seguir… por una parte, quiero morir… por otra, necesito seguir… la necesidad es más adecuada… pero no la más rápida e indolora, pero como ya he dicho… soy demasiado cabezón… al fin y al cabo… no hay nada mejor para mantener unido mi corazón, que todos estos recuerdos, sé que de alguna manera, me han vuelto más fuerte… y a la vez más débil.

~Aferrarse a un recuerdo es duro, pero más duro es ver el olvido ante ti. ~

martes, 8 de febrero de 2011

A la luna

Entre blandas paredes yazco

Donde los pensamientos se pierden

Donde nadie que quiera se acuerde

De cuantas veces muero y nazco

Por seguir escuchando al silencio llorar

Por continuar pensando sin parar

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Vuelvo a estar de manos atadas

Golpeado por los mismos recuerdos

Arañado por todos los momentos

Mirando a la luna hasta que se vaya

Pues aun noto su brillo en la mirada

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Este último aullido se lo dedico a la luna

Que todavía me mira de reojo

Por ver mi muerte poco a poco

Pues volveré a nacer, no quepa duda alguna

Espera y veras que no puedo caer

He aprendido lo que nadie sabe hacer

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Cuando termine de romper estas paredes

No quedara nada conocido en mí

Pues nadie tiene idea de cómo viví

Ahora que salgo del infierno comprendes

Que nunca debería haber entrado

Pues todos ahí abajo están de mi lado

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Despierto con el frio de mi almohada

Pues otra vez veo que esta mojada

Por todos los recuerdos que me trae

Por los momentos que yacen y no caen

jueves, 3 de febrero de 2011

Llantos del silencio

Llueve, noto cada gota en mi piel

Resbalando hasta el frio suelo

Oscurece, cada día es más difícil ver

El sol de la mañana que me deja ciego

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Canto, pues aun siento este frio

Cruzando lento por mi garganta

Llantos del silencio que está conmigo

Y las notas que se me atragantan

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Susurros del olvido que me llaman

En esta mañana escarchada

Gritos del recuerdo que ensordecen

Hasta estremecer el alma

Ya muerta y sin aliento

Ya tuya, y en el suelo

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Suspiros de las voces que nunca callaran

Golpes del silencio que ya quiere marchar

A un lugar donde queden atardeceres

A cualquier sitio, lejano, con amaneceres

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Y mi corazón, que el muy insensato

Guarda recuerdos de lo pasado

Y mi pecho, que aun se estremece

Al oír los llantos que crecen

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Me alejo poco a poco de este lugar

Mirando atrás, sin poder olvidar

Agacho la cabeza para que el sol

No me vea llorar, no sepa quién soy.

martes, 1 de febrero de 2011

El ajedrez

Soy partícipe del juego del destino

Del juego del recuerdo, y el olvido.

Soy arrastrado a luchar por mi vida

Obligado a resistir con heridas

Que se rehúsan a curar

Que se niegan a cerrar

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Pues el tiempo es quien observa

Nunca actúa, solo espera

Pues nada más puede hacer

Solo esperar, solo ver

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Sigo avanzando en línea recta

Sin vacilar, sin apenas respirar

Sigo aguantando solo por verla

Sin caer, sin poder retroceder

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Se acerca una figura alta, esbelta

Con mirada fría, pulso firme

Pues es quien me dará fin, la reina

No hay opción de dejarlo, no puedo irme

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Mi dueño es el recuerdo

Mi contrincante, el olvido

Un anciano, contra un niño.

La sabiduría, y la avaricia.

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Pues este peón ha dado jaque al rey

Ha conseguido ganar al olvido

Pero ya no me queda nada que hacer

La reina, mi muerte, el último juego vivido.